domingo, 9 de agosto de 2015

¿Por qué debemos proteger la red Wi-Fi de nuestro hogar?

Esa es la pregunta que todos nos hacemos cuando se decide instalar facilidad Wi-Fi en nuestras casas, para poder disfrutar de conexión a Internet con total libertad sin depender de una conexión alámbrica cercana.

La instalación y configuración de los equipos cada vez es más sencilla y por lo general la seguridad queda establecida, aunque en forma de recomendaciones que el usuario debe confirmar o puede modificar de acuerdo a su criterio.

A pesar que la información relacionada a este tema es fácil de encontrar, para la mayoría de las personas el asunto de la seguridad informática es algo abstracto, difícil de entender y que se suele asociar con los hábitos particulares.

Así mismo, hay otras personas que piensan que las sugerencias son producto de mentes paranoicas que sólo ven peligros por todos lados, pues piensan que los únicos que deben preocuparse son las grandes compañías.

También hay quienes sin entenderlo totalmente, aceptan todo lo relacionado con seguridad informática porque las grandes compañías lo hacen, y todo lo que es seguro para los negocios, lo es para el hogar.

A pesar que la recomendación es recurrir a la protección, se puede encontrar instalaciones en los que se ha pasado por alto las recomendaciones, ya sea consciente o inconscientemente.

Las dos razones más comunes son la comodidad, porque así no tienen que preocuparse por recordar claves o contraseñas y la otra está por el sentimiento altruista hacia el prójimo, pues económicamente, no les cuesta mucho compartir su Internet.

Lo que suelen ignorar es que el verdadero peligro no radica en el hecho que la compañía que ofrece el servicio a Internet se perjudique, sino más bien que nosotros mismos seamos los que nos perjudiquemos.  Ya sea por ignorancia o negligencia.

El hecho es que por desgracia, no podemos confiar en los seres humanos.  Siempre nos encontraremos a alguna persona que querrá sacarle provecho a la situación, para beneficio propio o para hacer cumplir sus ideales.

Varias son las consecuencias relacionadas con el mantener una red Wi-Fi insegura en el hogar, y la posible lentitud para navegar por Internet es el menor de los males a preocuparse.

Los principales problemas se relacionan a asuntos o consecuencias legales y el riesgo de poner en peligro la privacidad de la información personal.  Y es que al estar conectado a una red insegura, todos los equipos que estén haciendo uso de la misma, están expuestos a actividades ilícitas relacionadas con robo de identidad e información personal.

Por otro lado, tenemos que nuestra facilidad de Internet, instalada en la casa, puede ser utilizada para acciones ilícitas de crimen cibernético en las cuales podemos quedar como responsables o como cómplices, pues nuestra dirección IP que es la que nos identifica y permite que naveguemos por la red, a todas voces, les diría a las autoridades desde donde se generó el crimen.

Tal y como puede suceder en las redes públicas y abiertas, las redes inseguras en el hogar facilitan a hackers y delincuentes informáticos extraer información sobre nuestras contraseñas, información bancaria, acceso a nuestras cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, a nuestros contactos, etc.  Y toda esa información puede ser utilizada para robarnos o estafar a otros utilizando la información que guardamos.

Y todo esto, sin que nos enteremos de lo que realmente está sucediendo con nuestra computadora.

En cuanto a nuestra seguridad, la mejor opción es seguir las indicaciones, o consultar con un experto en el área de Informática.  En la medida de lo posible, siempre utilizar contraseñas y mantener los equipos actualizados con los últimos parches de seguridad tanto del sistema operativo, como el del software que se tiene instalado.

Amanecerá y veremos.