martes, 10 de febrero de 2015

Reflexión producto de un curso de Microsoft Azure

Recientemente tuve la oportunidad de asistir a un curso de Microsoft Azure el cual es la versión de la Nube que Microsoft tiene disponible, tratando de ofrecer y obtener el máximo provecho de la misma tanto a particulares como a corporaciones.

Básicamente, Azure consiste en un grupo de servicios los cuales poseen un alto nivel de integración y que abarcan facilidades de procesamiento, almacenamiento, redes y aplicaciones.
La principal ventaja que ofrece está en la facilidad que brinda para no incurrir en los tradicionales gastos de adquisición, soporte y mantenimiento constantemente asociados con la operación informática de las empresas.

Así mismo, le ofrece a las pequeñas empresas, consultores y profesionales independientes la posibilidad de poder tener acceso a infraestructura tecnológica, ambientes de desarrollo de aplicaciones, almacenamiento flexible, sin tener que preocuparse por obtener grandes presupuestos o soñar con algo que difícilmente se podría alcanzar.

Regresando al curso, pocas veces he tenido la oportunidad de asistir a un entrenamiento en donde se puede descubrir muchas de las posibilidades que los productos mostrados ofrecen.  En esa misma línea, uno de los principales beneficios de participar en entrenamientos con colegas de diferentes áreas de tecnología está en que las consultas relacionadas con las experiencias que se tienen en el día a día, unido a las experiencias y los casos de ejemplo de la vida real que el instructor puede aportar, permiten, por decirlo así, iluminar el camino y permitir un nuevo mundo de posibilidades y oportunidades.

Sin embargo, no todo es una maravilla.  En esta vida, en todas nuestras actividades tenemos que lidiar con vendedores y sabemos que con el objetivo de lograr la venta del producto, en muchas ocasiones omiten detalles, no cuentan toda la historia o prometen un poquito más de lo que realmente el producto puede hacer.  Y descubrir esta realidad puede ser traumática, sobre todo si se hace cuando ya no hay vuelta atrás.

Ahora bien, si dejamos de lado todo lo relacionado con costos, porque los hay, y nos enfocamos solamente en el plano tecnológico, la utilización de la nube, sin importar de quien sea el producto, representa un cambio, un gran cambio en comparación a como se han hecho las cosas hasta el momento.

Podríamos decir que en muchas organizaciones, la implementación tecnológica es el resultado de una evolución que se ha dado a través del tiempo.  La Nube, representa otra perspectiva.  Sin llegar a exagerar y por supuesto, conociendo el producto que se va a contratar, la adopción de productos similares a los que ofrece Microsoft Azure, debe conducir a un cambio en las estructuras, 
responsabilidades y hasta en las formas de operar dentro de los departamentos de tecnología.

En otras palabras, cuando se decida contratar servicios en la Nube, se estará trazando una línea en donde en el tiempo se hablará de “antes de” y “después de”.

El cambio es una constante en la vida, y el mundo informático no escapa al mismo.  De hecho, durante mucho tiempo la evolución tecnológica ha propiciado cambios profundos en las organizaciones.  Ahora estos cambios, obligarán a los departamentos de tecnología a analizarse y a transformarse al más puro estilo de la reingeniería de procesos, termino muy popular hace unos cuantos años atrás.

Al igual que sucede con la naturaleza, las posibilidades tecnológicas derivadas del desarrollo de productos para ser utilizados en la nube se expande constantemente y nos toca hacer todo lo posible para mantener el mismo ritmo, seguir siendo competitivos y así evitar quedarnos atrás.


Amanecerá y veremos.

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