Hablemos de televisores

Hace unos cinco años atrás ví como los precios de los televisores tipo CRT 29" habían bajado tanto de precio que comprar uno a trescientos dólares era toda una ganga.  Este año hemos visto que los televisores LCD de 32" estaban a partir de trescientos dólares.  Por lo menos los de marca conocida, los otros podían conseguirse a partir de doscientos cincueta dólares.

Anteriormente era bastante sencillo comparar entre marcas.  No había mucha información técnica disponible y las comparaciones en el sitio solían ser bastante fiables.  De hecho cuando comparabas un televisor de marca concocida, versus alguno de marca no tan conocida, las diferencias se notaban casi en seguida.

Eran tiempos en los que por lo general, la marca del televisor se encargaba de todo el proceso de producción, por lo que solía haber una garantía que el producto era muy bueno.  Hoy en día, con todo el avance de la tecnología digital, un equipo de marca no tan reconocida puede ser tan bueno como el de marca conocida.

Y por qué se da esto.  Pues basicamente porque en la actualidad hay pocos fabricantes de componentes cuya producción entrega productos que cumplen con estándares establecidos, lo que hace que sin importar la marca, dos productos diferentes se vean casi iguales.

Las marcas conocidas están dejando de producir sus propios compontentes.  Se los suelen encargar a terceros y al final solamente se dedican a unir las partes y comercializarlos.  Esta es una tendencia que se ha convertido en estandar pues resultó ser la única manera de poder competir con precios.  Sony es el mejor ejemplo visible de esta tendencia.  De las marcas conocidas fué practicamente la última en entrar en la producción de pantallas planas de LCD.  Su producción de PLasmas fue practicamente baja, por no decir nula.  Su mayor producción de componentes la seguía haciendo en Japón, pero el producto final era más costoso y no ofrecía nada por lo cual pudiese justificar el precio.

Se unió a Samsumg para producir en conjunto las pantallas LCD y LED, pero los costos del producto final todavía seguían siendo elevados.  A principios de noviembre anunció que vendería su participación en la empresa conjunta que tenía con Samsumg para adquirir los componentes que necesitaba y así producir sus televisores.  Una tendencia que están utilizando todos las marcas conocidas.

Claro que con esta tendendica, tambien han surgido otras marcas, que con solo el hecho de encargar las especificaciones, se pueden obtener productos sin siquiera haber tenido la experiencia de fabricación.  En Panamá tenemos marcas que siguen este concepto.  Algunos la llaman genéricas, otros podrían llamarlas clones tomando en cuenta la analogía de las computadoras personales.  Y lo que más llama la atención es que estos productos, a vista de pájaro, tienen la misma calidad o dicho de otra manera, no tienen nada que enviadarle a las marcas reconocidas.  Inclusive las garantías ofrecidas son tan competitivas que es fácil deducir que lo que se está dejando de pagar es la marca y se está obteniendo el mismo producto.

Samsumg es el principal productor de paneles LCD y LED del mundo.  El resto de los productores, cinco o seis, se concentra en China y si no mal recuerdo, hay uno o dos en Taiwan.

De las llamadas marcas genéricas que se venden en Panamá, tenemos a:

• Royal y Premiere que al parecer vienen de la India
• Selectron, que es producida con componentes de "Samsumg"
• Sankey, que anteriormente los productos se producian en Taiwan
• Parker, cuyos productos pueden venir desde cualquier parte del planeta, pero principalmente de China

En un futuro no muy lejano, todos los componentes serán tan fáciles de adquirir como los de las computadoras y pronto podremos armar nuestros propios televisores seleccinando lo que más nos gustaría que estuviesen en ellos.

Como siempre: amanecerá y veremos...